En el Planeta León, Leonardo no sabe que hace. A su hija, la leona Anacleta se le ha metido en la cabeza que quiere un regalo muy especial. Ya no hay paseos, ni juegos, ni regalos que valgan. Anacleta no parará hasta conseguir que su padre le regale… ¡un ser de otro planeta!
Leonardo, tiene que idear un plan porque quiere enseñarle a su hija algo de responsabilidad. Así, Leonardo trae al Planeta León a Fredo, con la condición de que Anacleta se encargue de su cuidado. Fredo está maravillado con el pintoresco planeta y para Anacleta, Fredo es el compañero ideal; sus extraños colores, su forma, su pose diplomática y sus bailes le transforman en el regalo perfecto. Sin embargo, pronto se da cuenta de que tenerle a su cargo puede ser menos divertido de lo que esperaba. Aunque Fredo es un ser interesantísimo, con el que siempre se puede jugar, bailar y gastar bromas,  también hay que hacerle sitio en casa, soportar sus repugnantes costumbres alimenticias, y enfriarlo todo para que no pase calor. Con tanto frío Anacleta termina acatarrada! Cuidar a Fredo todo el  día, ¡es un rollo!

Anacleta, una leona un poco caprichosa
Anacleta vive en el Planeta León. Le gusta mucho la naturaleza y jugar con su amigo Basilio. Un día, Anacleta le pide a su papá un regalo muy especial, un ser de otro planeta. Tras unos meses conviviendo con la nueva mascota, Anacleta se da cuenta que no siempre podemos tener todo lo que queramos.

Fredo, un regalo muy delicado
Fredo viene de otro planeta, donde el agua es abundante y hace mucho frío. Le gusta comer peces, bucear y patinar sobre hielo. En su nuevo hogar, casi no hay pescado ni agua fría, pero sin duda, lo más terrible para Fredo, son las altas temperaturas. Su estancia en el Planeta León, con tanto sol y tan poco agua, va a ser muy complicada.

Fredo y Anacleta… ¡cada uno a su planeta!
Cuidar a Fredo es muy complicado. Su comida huele mal, hace mucho frío y Anacleta siempre se constipa. Fredo echa de menos a su familia, el frío y bucear en el agua del mar. Lo mejor será que cada uno viva en su planeta.

El Planeta León
En el Planeta León no se juega con el agua y hace mucho calor; no hay demasiados peces pero siempre brilla el sol.  El padre de Anacleta, es el jefe del planeta, se llama Leonardo y a veces es un poco gruñón, pero esta vez, quiere regalarle a su hija una mascota muy especial. Su nombre es Fredo y viene de muy lejos. No os perdáis sus aventuras en el Planeta León. ¿Cómo le irá a nuestro amigo Fredo en un planeta tan caluroso?

S.O.S  este planeta no es SOStenible
Nuestro planeta está enfermo, la temperatura le aumenta cada día y es responsabilidad de todos que lo mimemos para que no empeore. Debemos cuidar los ríos, los montes y los mares. En el Planeta León hace bastante calor y la estancia de Fredo resulta un gran derroche… los peces se acaban, el agua se consume… la verdad es que lo mejor es que Fredo regrese a casa.

Poner límites a los caprichos de Anacleta
Como todos los niños Anacleta es un poco caprichosa, pero esta vez su padre, quiere enseñarle algo de responsabilidad. Saber poner límites a los caprichos de los hijos, es una dura tarea para todos los padres, pero resulta muy necesaria para que los más pequeños aprendan a valorar las cosas. Está claro que ser padre no es nada fácil, pero es que hay caprichos que no se pueden consentir.

Educar en responsabilidad
La obra trata sobre algunos de los problemas a los que han de enfrentarse los padres de hoy, el establecimiento de límites a sus hijos. Tras una larga tradición de autoritarismo en las últimas generaciones, algunos padres se han encontrado que, en el intento por huir de imposiciones demasiado estrictas, las tendencias se desplazan hasta el extremo contrario, lo que ha provocado que cada vez veamos más patologías juveniles relacionadas con la ausencia de límites.
De esta dificultad por encontrar un equilibrio entre ambos extremos, y de los problemas que aparecen en el aprendizaje de los límites trata ¡Vaya regalo!

El teatro como instrumento
La Compañía Cuarta Pared, consciente de la importancia de las generaciones venideras como  motor de transformación y de progreso, tratan de mostrar en sus producciones infantiles parte de la propia perspectiva del niño, además de temas actuales de su mundo cercano para que el niño vea reflejada su realidad en escena. La labor educativa y el desarrollo de determinados valores se llevan a cabo sin olvidar nunca los aspectos más lúdicos, imaginativos y creativos de las artes escénicas.
Nuestro deseo con ¡Vaya regalo! es fomentar el papel de las Artes Escénicas en la promoción de valores. En este caso el del principio de responsabilidad y la necesidad de unos límites estables para educar.

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Compañía Cuarta Pared (Comunidad de Madrid)
De Milagro Lalli
Intérpretes: Alexandra Arnal, Josué Naval y Mario Pla
Dramaturgia Pedro Martín y Milagro Lalli
Espacio escénico y Vestuario María Luisa de Laiglesia
Iluminación Eduardo Vizuete
Edición de sonido Carlos Bercial
Realización de escenografía Richard Vázquez, Isabel y Soledad García
Realización de vestuario Isabel López y Ana Ortega
Ilustración Inés Burgos
Fotografía Roberto Ferló
Diseño gráfico José Antonio Aguado
Ayudante de Producción Encarna Guijarro
Producción, Comunicación y Distribución Cuarta Pared
Ayudante de Dirección Susana Hidalgo
Dirección General Javier Yagüe
Coreografía y Dirección Milagro Lalli
Agradecimientos: Alicia García y Nuria Badía.
Género: Danza-Teatro.Duración 50 min