Anfitrión: [persona] Que tiene invitados en casa, en especial cuando les atiende adecuadamente y les brinda sus atenciones.
Eso es lo que queremos ser. Sencillo y directo. En pocas palabras. Queremos tener siempre invitados en casa: creadores, espectadores, colaboradores… Ser buenos anfitriones, y por tanto, atenderles adecuadamente.
No somos sólo intermediarios económicos entre una compañía que ofrece su mercancía y el público. No somos sólo programadores, somos anfitriones. Nos gusta tener invitados de diversos círculos, orígenes y procedencias y hacer que se conozcan. Provocar encuentros imposibles, sorprendentes, enriquecedores. Y ya que nos ponemos, nos gusta que esos encuentros no sean superficiales sino que permitan conocer al otro en profundidad. Ya hablamos mucho del tiempo en los ascensores.
A nuestros invitados creadores les ofrecemos nuestra casa para que se expresen, se muestren de la manera que ellos consideren. Nuestra casa está a su disposición.
A nuestros invitados espectadores queremos presentarles gente que merezca la pena. Sin prisas, con tiempo para conocerse más allá de lo superficial.
La Phármaco nos dijo: “nuestra obra es como un todo en proceso, un ser vivo que se construye en el tiempo, fruto del mismo impulso, de la misma necesidad poética”. Y nosotros pensamos: “ofrecerles mostrar solo una obra es poco. Ofreceros sólo conocer una de sus obras nos parece poco. Ellos se merecen mucho más. Vosotros merecéis mucho más. Hagamos una retrospectiva. A lo grande.”
Si tenemos invitados y alguien sugiere hablar de la felicidad y el negocio de la felicidad ( qué mejor tema ahora que se acerca la Navidad), no nos conformamos con hablar de ello de paso y superficialmente. Organizamos un festival, Essencia, para que sirva de marco para un encuentro en profundidad.
Y si un festival como Madrid en Danza quiere visitar nuestra casa, nosotros les acogemos encantados.
Nos esforzamos por ser buenos anfitriones.