Sala Cuarta Pared

Un escenario donde probar, desbordar y componer

Julio Provencio reestrena en Cuarta Pared Sollertinsky, una obra sobre el poder de la amistad que ya pasó por nuestro escenario el pasado mes de octubre en el marco de la X Muestra de Creación Escénica Surge Madrid.

 

«Desde hace tiempo quería hacer algo con el Trío nº 2 de Shostakovich. Su fuerza, su juego, su violencia me rondaban pidiendo teatro, pidiendo una forma escénica donde bailar.

La ocasión para hacerlo surgió de un modo inesperado hace un año y medio.

Yo sabía que un proyecto alrededor de ese trío tendría que rendir justicia a la amistad (Shostakovich lo escribió en homenaje a su amigo Sollertinsky), a la fe en el arte (ambos se sostuvieron el uno al otro en el universo cultural ruso de los años 30), y a las múltiples dinámicas y propuestas que la partitura propone.

Sabía también que para que esos ingredientes funcionaran, tendrían que resonar en mí de una u otra manera.

El caso hace unos meses todo eso empezó a encajar: afrontando la enésima bancarrota personal (sin romanticismo: el puro perder dinero por invertirlo en hacer teatro, que lleva a perder la fe en seguir pensando en crear, y que lleva a tantas otras pérdidas; en fin: lo de siempre) me dije que era el momento. Que si algo merecía la pena hacer, era un proyecto que pusiera en valor que esto del arte solo tiene sentido si es con los demás, si se convierte en un homenaje a la creación compartida, aunque fuera un último brindis antes de la bancarrota total.

Así que decidí que si los astros se alineaban (al menos un poquito) armaría un proyecto (este proyecto) solo con personas con quienes quisiera hacer algo así, gente con la que me apeteciera compartir, trabajar y crear.

En cuanto ese plan se empezó a armar, la Cuarta Pared apareció en el horizonte. No tanto aún como un lugar de llegada, sino más bien como punto de partida. Echando la vista atrás, encontré un espacio y un tiempo en que eso de la creación compartida fue posible: un antiguo programa ETC de 2019 en el que coincidimos muchos compañeros de generación, y del que salimos con ganas de más, con ganas de seguirnos, o incluso con la promesa de un día volvernos a juntar.

“Sollertinsky” ha sido el punto de reencuentro con ellos. E inevitablemente ha supuesto también la recuperación de un espíritu que el propio espacio del ETC propiciaba. Desde el comienzo de los ensayos, volviendo a algunos de los rostros y los cuerpos de entonces, he sentido que de alguna manera estábamos asumiendo el reto que aquel encuentro de 2019 proponía: trabajar en colectivo, pensar generacionalmente y apostar por la investigación, por lo aún no aprendido, por el experimento en marcha.

Algunos astros se han alineado, está claro, porque ahora tenemos la suerte de volver a Cuarta Pared a mostrar el trabajo. Eso acaba de dar sentido a este viaje, a este proyecto tan abierto, tan lleno de pistas y lenguajes: música, danza, texto, plástica… se conjugan en “Sollertinsky” encima de un escenario donde sigue teniendo sentido probar, desbordar, componer: el escenario de la Cuarta Pared

Julio Provencio

 

Sollertinsky, del 15 de febrero al 2 de marzo de 2024

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