«La celebración de un cumpleaños profesional tan abultado, resulta, para los que iniciamos aquella imprevista andadura en 1981, una revuelta interior difícil de acomodar en el depósito de nuestra memoria. No solo por la inabarcable sucesión de acontecimientos, también por el sentido cambiante que va adquiriendo lo vivido a la luz de los años cumplidos. Como debo idear un modo de resumir el largo viaje de BAMBALINA TEATRO PRACTICABLE y vincularlo a su celebración en la SALA CUARTA PARED de Madrid contaré el principio y el final, lo que debe ir entremedias, os lo tendréis que imaginar. No os va a resultar difícil porque al fin y al cabo somos hijos de nuestro tiempo y lo que hemos hecho seguro que coincide, en gran medida, con lo que han disfrutado y padecido tantas y tantas compañías independientes, periféricas y bienintencionadas como la nuestra.

Nuestro primer viaje a Madrid sucedió cuando Francisco Porras, el titiritero del Retiro, tuvo a bien invitarnos en 1982 a su festival de títeres para adultos en aquel tablado bajo los árboles que aún hoy sigue montado en el mismo sitio. Más que el bochornoso agosto, nuestra bisoñez o el canguelo por las primeras críticas, fue la conexión humana con aquel hombre enamorado de un arte que nosotros acabábamos de descubrir lo que nos marcó. Era tan distinto, tan estrambótico, tan sabio, tan libre, que parecía sacado de una novela de Galdós. Vivía y pensaba tan al margen que era un alegato poético andante, con sus pantalones anchos llenos de lamparones y una barba más larga que la de Valle Inclán, y Tina, su compañera, cantando las Canciones de Lorca y Falla en aquel escenario de la memoria…

Nuestro último viaje a Madrid está por venir y tendrá como destino el escenario de la SALA CUARTA PARED con el propósito de celebrar cuanto hemos sido capaces de hacer desde que aquel inefable titiritero nos acogiera en su casa del Retiro.

Madrid siempre ha estado ahí, todos estos años memorables, abierto y vanidoso, acogedor y arisco al mismo tiempo. Y aunque siempre pensamos que nos quiere poco en comparación a lo que nosotros le queremos, la verdad es que al rememorar lo vivido en sus calles, sus teatros y con sus gentes estos cuarenta años se te pone el corazón en un puño. Si algo tiene esta ciudad es que la sientes tuya nada más pisarla.»

JAUME POLICARPO
BAMBALINA TEATRE PRACTICABLE

«Al principio sólo queríamos darle a Quijote la oportunidad de salir, ofrecerle un espacio distinto, un tiempo nuestro. Pero al tender la mano para subirle al escenario, tiró fuerte, nos metió dentro del libro y cerró la tapa.

Viéndole vivo sobre la mesa, la fuerza venía de su ser interior, de su pensamiento íntimo, la mirada visionaria, las palpitaciones, la respiración…

Y fue directo al corazón, acariciando los sentidos, despertando todas las emociones, hurgando nuestras entrañas.

Después, al darle tu voz, tu gesto, tu propia alma, sientes que no das nada, que se apropia de ti transformándote en Caballero Andante, arrastrándote contra los Gigantes —¿O son molinos, o son mis propias manos? — Te enamora de Sancho, de Dulcinea, de sus libros. Y surge un juego casi perverso, multiplicado en el espejo del teatro hasta perderse en el infinito. Y, al mirar, la sensación de vértigo es inevitable.

La locura de Quijote, del teatro, de la vida… Locura creativa al fin, que despierta pura pasión por este Quijote-Títere tan nuestro y tan universal.»

«Es la obra cumbre de bambalina, que sin embargo pocas veces se ha visto en valencia. Ahora, Espai Moma ha hecho justicia con esta bellísima propuesta que ha llevado a la técnica de los títeres a un nivel fuera de serie. Y lo primero que sigue asombrando en esta nueva mirada es cómo los manipuladores actores (sobre todo Jaume Policarpo) logran dar vida (hacer que respiren) a estos corazones de madera, a estas tristes figuras. El mito de Cervantes llevado a terrenos de pesadillas, dentro de un juego perverso, y, sobre todo, a una estética expresionista en todos los costados. (…) Carles Alfaro ha logrado provocar poderosas e inmediatas explosiones de humanidad. Hace visible al Quijote invisible y a Sancho con sonidos imperceptibles al lado de la música inquietante de Joan Cerveró. Hace, especialmente, que la ilusión hipnotice al espectador durante alrededor de una hora, lo atonte ante esta pequeña locura creativa. Aquel que se lo pierda no entrará en el reino de los cielos teatrales. Enrique Herreras.» Cartelera Levante

«Dura apenas una hora, pero hay en ella más intensidad que en muchos espectáculos de mayor extensión. Posee el raro don de ofrecer algo nuevo sobre algo de sobra diferente. Algo diferente, delicado, intimista, hermosamente triste, misteriosamente apacible, artificiosamente humano, poéticamente deslumbrador.» Pedro Manuel Víllora, ABC

«Don Quijote juega con seguridad sobre el negro de Goya y sobre las sugestiones góticas, subrayando enérgicamente signos de muerte, ascética locura y poética desesperación. El espectáculo, rebosante de austera melancolía y sujeto a una cámara oscura, demuestra por su perfecta integración entre actores y marionetas cómo el teatro de títeres poses mil caras sobre las que indagar.» Claudio Cumani, Il Resto del Carlino.

«Es este Quijote un espectáculo realmente asombroso, no se me ocurre otra palabra mejor para definirlo. Si alguien duda de que los títeres se puedan erigir como un arte de la mayor categoría, Bambalina le hará cambiar su duda en certeza. El tratamiento de los objetos es simplemente genial, se establece una relación originalísima entre los titiriteros, que tamibén ejercen de personajes, y sus títeres; la música, muy bella, profundiza en cada sentimiento que pretende provocar al espectador y que en verdad provoca. Lo peor de Quijote es el momento en que se apagan las luces y uno sabe que el espectáculo ha terminado.» Pedro López Castañeyra, Lanetro Madrid.

«Estamos ante una obra arriesgada, valiente, repleta de sugerencias, sin apenas concesiones, con la que podemos asistir, además de la puesta en escena de la ficción cervantina, al gran ceremonial del arte de la marioneta. Especialmente recomendable para espíritus sensibles e inquietos, abiertos a la creatividad.» Ramón Rosselló, Cartelera Valencia Semanal.

«Los dos manipuladores consiguen fusionarse físicamente con sus títeres de una forma que pocas veces se ve en este tipo de teatro; ya quisieran muchos ventrílocuos de tronío que sus marionetas tuviesen algo de la vida que los actores de Bambalina logran infundir a las suyas.» Josep Lluís Sirera, Levante.

«La fuerza de la Compañía Bambalina Titelles reside en la capacidad de adentrarse como una ola dentro de una marea. Nos devuelve un Don Quijote sin artificio, puro. Allí, nada más que gestos, imágenes. Ni una palabra. Y dos muñecos como dos ideas fijas, vivientes a punto de imponerse a sus manipuladores.» Ouest France.

«El teatro de marionetas de Bambalina Titelles permite que títeres y humanos se complementen para conseguir un efecto seductor. A veces, las voces y los rostros de los marionetistas expresan pensamientos y sentimientos que no pueden ser expresados por la madera y el tejido manipulados; otras veces, los humanos se convierten en las fuerzas malévolas de los sueños de Don Quijote. Sorprendentemente envolvente.» Clare Bayley, The Independent.

«Los títeres y sus marionetistas humanos (¿lo son?) con- siguen una misteriosa vida a partir del artificio. Parece totalmente correcto recrear con marionetas la gran fábula de Cervantes, acerca de los límites fluctuantes entre fantasía y realidad. Antes que espectacular es intrincadamente sutil, pero literariamente cautivadora.» Catherine Lockerbie, The Scotsman.