OTSOA
“Otsoa, otsoa…” Es un grito. Como un aullido conjunto, a una libertad inventada.
Es una meta, un sitio donde se debe y se tiene que llegar. Únicamente los más ‘preparados’ pueden hacerlo.
Es un lugar onírico, vestido y envuelto por todo lo que la sociedad actual, se supone, que carece.