FECHAS: 15 y 16 de noviembre de 2024 | HORARIO: 20h30 | GÉNERO: Danza | DURACIÓN: 55min | PRECIO: 14€.
Desde 2020, Carmen Werner, una de las imprescindibles coreógrafas españolas, viene estrenando dos espectáculos por año. Tiene cumplidas más de siete décadas y no parece aflojar el ritmo de creación ni de pasión por la danza. Así que nada más natural que esperar la nueva creación de Werner, Cuando quieras.
Los anuncios de sus nuevas obras son escuetos. Para 1953, del año pasado, daba la pista de que la fecha del título coincidía con el año de su nacimiento. Para Seguimos enteras, también de 2023, defendía el derecho “inalienable” a hacer el ridículo.
¿Y de Cuando quieras, que presenta este año en el Festival de Otoño? La locura y su borrosa definición, porque entiende Werner que a veces, la locura “es un recurso de desconexión” y que hay una “línea” que la separa de la cordura. “¿Quién es el loco y el cuerdo; quién decide esto… la sociedad?”, se pregunta. Para la bailarina y coreógrafa los “locos de verdad” son los que “ni se preocupan por esos límites” que marca la sociedad.
A Werner la acompañan en escena cuatro bailarines Raquel Jara, Cristian López, Sebastián Calvo y Alejandro Morata, todos ellos componentes de Provisional Danza, la compañía que fundó la coreógrafa en 1987, después de formarse en danza clásica y contemporánea en Madrid, Barcelona y Londres. Con ella ha cimentado una trayectoria reconocida con los principales premios que otorga España a sus mejores creadores, como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2020, el Premio Nacional de Danza en 2007 y el Premio de Cultura en la sección de Danza de la Comunidad de Madrid en 2000.
Su larga trayectoria desemboca actualmente en producciones muy ricas en el lenguaje coreográfico, con elencos que mueve con una maestría espectacular, y en la que combina la excelencia en el movimiento coral, la voz y los objetos.
En sus trabajos, según explica otro coreógrafo de referencia Daniel Abreu, parece siempre darse una diferencia de rol entre el hombre y la mujer, una necesidad de estar acompañados, y en el fondo personajes que parecen observarse como si fueran objetos, pero que hablan de lo humano con asertividad y honestidad.
La pulcritud de su lenguaje técnico, añade Abreu, hace que cada una de sus coreografías, arropadas desde la sencillez van moviendo a los espectadores por fotografías de un tiempo, de escenas que parecieron existir. Es como si Carmen Werner contara una parte de lo ocurrido, pero es tan hábil que podemos ver aquello que no muestra y además hacerlo nuestro.
La compañía Provisional Danza lleva más de 30 años en la escena. Su fundadora Carmen Werner, es una de las creadoras más talentosas y prolíficas del panorama internacional.
No sólo ha compartido con el mundo cientos de creaciones que presenta ella misma y otras compañías de Europa, Asia y América, sino que ha sido la maestra con mayúsculas de actuales bailarines y coreógrafos que inundan la cartelera de la danza contemporánea.
En su universo, Werner ha vivido varios periodos. Fue allá por al año 2000 cuando sus obras dieron un primer cambio, síntoma de una mujer inquieta y creativa, elegida por algo más grande. Dejó atrás creaciones que atravesaban magistralmente con crudeza y poesía para hacer danza con otro humor y teatralidad, más directa con el público y sus risas, obras con otro riesgo, y una apertura en el que ella volvía a suscitar mayor curiosidad y referencia de la que ya tenía.
Posee un repertorio marcado por la fuerza y la originalidad, convirtiéndose en fuente de inspiración para muchos compañeros de profesión; una fuente inagotable de ideas y de producción. Porque Carmen Werner, con su compañía ha dado forma. No sólo ha ideado un sinfín de mundos posibles, sino que les ha dado existencia con gestos y bandas sonoras de emotiva fijación en la memoria.
Su larga trayectoria desemboca actualmente en producciones muy ricas en el lenguaje coreográfico, elencos que mueve con una maestría espectacular, y en la que combina esa excelencia en el movimiento coral, la voz y las cosas.
En los trabajos de Carmen parece siempre darse una diferencia de rol entre el hombre y la mujer, una necesidad de estar acompañados, y en el fondo personajes que parecen observarse como si fueran objetos, pero que hablan de lo humano con asertividad y honestidad.
La pulcritud de su lenguaje técnico, hace que cada una de sus coreografías, arropadas desde la sencillez van moviendo a los espectadores por fotografías de un tiempo, de escenas que parecieron existir. Es como si Carmen contara una parte de lo ocurrido, pero es tan hábil que podemos ver aquello que no muestra y además hacerlo nuestro.
Provisional Danza y Carmen Werner es parte de la historia, no sólo por lo que ha hecho, sino porque en cada trabajo nos recuerda quienes somos, y quienes podríamos llegar a ser, por haber inundado muchas miradas, y seguir inspirándonos para seguir ramificando ese árbol suyo al que muchos tenemos la suerte de pertenecer.
Sus obras son de piel y abrazos, y sólo puede ser el reflejo del compromiso y la humanidad de esta gran mujer. Una bondad como pocas, y eso hace que cada paso de baile te acaricie, y quieras ser ese aire que tocan sus brazos al moverse.
Daniel Abreu
PROVISIONAL DANZA – CARMEN WERNER
Coreografía y dirección: Carmen Werner
Intérpretes: Raquel Jara, Cristian López, Sebastián Calvo, Alejandro Morata y Carmen Werner
Música: Luis Martínez y Alejandro Morata
Ayudantía de dirección: Cristian Lopez Sanchez y Daniel abreu
Diseño y realización de vestuario: Lucrecia Martínez Molina
Escenografía: Provisional Danza
Diseño de iluminación: Cristina Gómez Jiménez
Vídeo y fotografía: Juan Carlos Toledo
Dramaturgia y clases de voz: Antonio Sarrio